Haga del confinamiento una experiencia feliz para sus hijos

                                                Guido le enseña valores a su hijo a través de juegos
La mente es maravillosa
Por Mario Medina

Uno de los desafíos más importantes que tiene la familia en este momento es hallar la fórmula para gestionar el equilibrio emocional de manera efectiva, especialmente en los niños. La dura batalla se debe librar dentro de las paredes del hogar, y el rival a vencer es el estresante confinamiento. ¿Cómo hacer para que la vida de los niños pueda transcurrir de forma normal, pese al confinamiento?

Los expertos comparten muchos tips que pueden ser de gran utilidad, pero sin duda, lo más importante será lo que usted pueda determinar a través de su propia experiencia. En mi caso particular, tengo tres hijos y, mantenerlos tranquilos y conformes ha resultado hasta el momento ser una tarea titánica. En este punto, se requiere imperativamente la unión de los dos padres para afrontar el reto. Divididos y sin un plan no van a lograr nada.

El hecho de que los niños cumplan vía on line sus deberes escolares es una gran ayuda para mantener activa y bien encarrilada la mente de los niños. Mi recomendación a los padres es que aprovechen esta gran oportunidad para enseñarles computación a los niños. Sin embargo, el reto es doble cuando ninguno de los dos padres tiene conocimientos de tecnología. En este caso particular, los padres están obligados a aprender junto a sus hijos.

El confinamiento no significa que los niños no deban hacer nada. Al contrario, por brusco que suene, los niños adicional a estudiar, deben aprender a trabajar. En sociedades abiertas como las japonesas, los niños trabajan. No hablo de explotación infantil. Me refiero a que los niños deben tener normas en su casa que les permitan trabajar de acuerdo a su edad y capacidad.

Mira por qué los japoneses son los más inteligentes del mundo ...

You Tube                      Los niños japoneses hacen labores de aseo en los colegios

El primer trabajo que tuve de niño fue arreglar mi cama. Recuerdo bien que mi hermana mayor un día entró a mi cuarto, y me dijo con voz seria:

– A partir de hoy vas a arreglar tu cama.

-¿Qué?

– Lo que oíste. Aprende a valerte por ti mismo.

La noticia no me cayó muy bien. Estaba acostumbrado a que todo lo hicieran por mí, pero mi hermana me cambió el chip y le dio otro rumbo a mi vida. El trabajo en el hogar es la primera actividad que debe ejecutar un niño, en aras de ganar experiencia, confianza, responsabilidad y, que pueda ir perdiendo todos los temores que son naturales en los niños.

En este confinamiento, excederse con los niños y sobre protegerlos en extremo va a redundar en un gran mal hacia ellos. No tiene nada de malo que los niños barran y limpien la casa. No tiene nada de malo que ellos intervengan en la toma de decisiones de la familia. Haga sentir a los niños que sus puntos de vista son valiosos.

No hay excusa para que el confinamiento de los niños no pueda ser una gran experiencia. En la película ganadora del Oscar «La vida es Bella» el personaje Guido crea un ambiente positivo para su hijo, aun cuando las circunstancias eran totalmente opuestas. No caigamos en la tontería de la salud mental, del detestable victimismo, que el niño sufre, que no tiene nada que hacer. Cabe darle sentido y proposito a esta dura experiencia.

Tampoco quiero decir que todo será fácil y armonioso. Como padres necesitamos nervios de acero y mucha paciencia para sobrellevar a los niños y conducirlos por un sendero de rectitud. Para nuestra tranquilidad, la providencia nos ha provisto de herramientas muy valiosas, con un potencial ilimitado para enfrentar la adversidad, para revertir los momentos malos, para levantar las manos y las rodillas desfallecidas de nuestros hijos.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *