Coman juntos

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Junto con la familia, hagan el esfuerzo por reunirse para comer juntos por lo menos una vez al día. Si eso es imposible, intenten hacerlo unas cuantas veces por semana. Se darán cuenta de que la hora de la comida es una ocasión excelente para que los miembros de la familia conversen y se enteren de lo que esta sucediendo en la vida de cada uno.

1.- Ayude a sus hijos a planear y a preparar algunas comidas.

2.- Hablen de planes y de acontecimientos familiares.

3.- Compartan historias o experiencias familiares favoritas.

4.- Inviten a los abuelos, los amigos o a otros familiares.

5.- Pregunte acerca de lo más gracioso que le haya sucedido a cada uno durante el día.

6.- Hable con sus hijos de lo que hayan aprendido y que para ellos hayan sido motivo de sorpresa.

 

La ciencia ha comprobado los beneficios de comer en familia

 

Alimento para el cerebro

En primer lugar, ciertas investigaciones revelan que las charlas familiares a la hora de la cena expanden el vocabulario de los niños pequeños mucho más que la lectura en voz alta. Los especialistas contaron el número de palabras infrecuentes -fuera de una lista de 3,000 palabras de uso común- usadas por las familias a la hora de la cena, y determinaron que allí los niños aprenden hasta 1,000 palabras distintas, mucho más que las 143 aprendidas en promedio a través de la lectura de libros de cuentos. Y aquellos que tengan un vocabulario más extenso, leen antes y con más facilidad.

Los chicos más grandes también se benefician de estas charlas durante la cena. Para aquellos en edad escolar, la hora de comer puede convertirse en un potente motivador de logros académicos, mucho más incluso que el tiempo invertido en la escuela, haciendo la tarea, haciendo deportes o incluso actividades artísticas.

Le hace bien al cuerpo

Los niños que cenan en familia regularmente consumen más frutas, vegetales, vitaminas y micronutrientes, y menos frituras y bebidas azucaradas, beneficios nutricionales que resultan provechosos incluso en la vida adulta: los adolescentes que cenan frecuentemente con sus familias, serán adultos mucho menos propensos a la obesidad y comerán mucho más saludablemente a la hora de independizarse.

Claro que no se trata únicamente de la presencia de alimentos saludables en la mesa familiar. La atmósfera de la cena también es muy importantePara inspirar a su chicos una buena alimentación, los padres deberían mostrarse cálidos y cercanos, más que controladores y restrictivos.

Pero nada de ello ocurre si la TV está encendida durante la cena. Según estudios, los niños de kindergarten que miran televisión durante la cena tienen más probabilidades de desarrollar sobrepeso cuando alcancen el tercer grado. Esta relación existente entre el sobrepeso infantil y las cenas frente al televisor también fue reportada en Suecia, Finlandia y Portugal.

 

Con información de Univisión 

 

 

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