El País de España hace eco de la destitución del general y ex director de Carabineros Mario Rozas

VLN Radio


El País de España retrata con nitidez lo que era un secreto a voces en el Palacio de la Moneda: La inminente destitución del ahora ex director de Carabineros, el general Mario Rozas. Una nueva crisis se convirtió en el tiro de gracia para Mario Rozas, hasta este jueves director de Carabineros de Chile.

El hecho concreto que impulsa la salida del general ocurre después de un incidente en un hogar para menores de edad en la ciudad de Talcahuano, a 429 kilómetros de Santiago, donde agentes de la policía dispararon a dos jóvenes de 16 y 14 años.

Aparte de este incidente, el diario aborda otras causas que conllevaron a la destitución del general, e incluso una serie de denuncias tipificadas en la ley como “crímenes contra la humanidad.”

El episodio, aún bajo investigación, detonó la salida de Rozas, cuya permanencia en el cargo se hacía insostenible desde hace meses, en medio de denuncias de graves violaciones a los derechos humanos por parte de organismos como Human Rights Watch.

La sumatoria de todos los hechos que ponen en la lupa el proceder del general, progresivamente fueron deteriorado la imagen de Rozas, hasta llevarlo a un punto irreversible.

Al respecto, el diario enfatiza “que la imagen del general estaba rodeada de acusaciones de abusos policiales y uso excesivo de la fuerza durante las manifestaciones sociales que estallaron en octubre del año pasado. Hasta marzo de este año se registraban 493 denuncias relacionadas con diversos delitos cometidos por agentes policiales, de las cuales 444 pertenecían a Carabineros.”

Otro aspecto que resalta la investigación son la cantidad de heridos que sufrieron lesiones oculares:  “Dentro de este escenario se encuentran los 343 casos de traumas oculares provocados por el uso de escopetas antidisturbios, los que llevaron a la institución a modificar sus protocolos y al Gobierno a crear una unidad especialmente dedicada a dar atención a personas que perdieron la visión durante las protestas.”

El trabajo periodístico no pasó por alto el comportamiento defensivo del general y su empeño en negar presuntos delitos cometidos por sus efectivos policiales.

La actitud desafiante de Rozas y su respaldo incondicional a sus tropas -negó violaciones a los derechos humanos y llegó a decir que ningún funcionario sería dado de baja en el contexto del estallido social- se fueron convirtiendo en un río cada vez más turbulento”.

Uno de los hechos que se puede considerar la gota que rebaso el vaso se produjo hace menos de dos meses en las adyacencias del río Mapocho cuando un menor de edad presuntamente fue lanzado al río por un policía.

El punto es que al principio de la investigación Carabineros negó y rechazó las acusaciones, a pesar de las numerosas pruebas audiovisuales que circularon en las Redes Sociales.

La policía después de haber cometido el error de negar las acusaciones cayó en la estrategia de matizar los hechos, al punto de señalar lo ocurrido como un “accidente”. Sin embargo, la Fiscalía no aceptó tal versión y la descartó como tal.

Las acusaciones contra el general sobran, pero lo que no hay de sobra es la paciencia, los límites y la presión que han impuesto sobre el gobierno diversas ONGs, en especial, organizaciones internacionales como Human Rights Watch, quizás una de las instituciones que más ha investigado al general.

El pecado imperdonable que definitivamente dio pie a la destitución del general Rozas fue el que sus oficiales les hubieran disparado a menores de edad en Talcahuano. En la Moneda no quedó más opción que hacerle la cruz al general. Ahora es historia, aunque las investigaciones siguen.

 

Con información de El País 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *