La bestia
ContralInfo
Mientras leía el libro de Iván Poduje, Siete Kabezas: Crónica urbana del estallido social, no pude sacarme de la mente la condena sartreana “el infierno son los otros”. Más allá de lo sin salida que suena, la frase al menos no se anda con rodeos. Dice dónde nos encontramos (parecido en eso a este libro). Lejos del recto camino, perdidos en medio de la selva oscura, sin purgar nuestros pecados, para nada ante las puertas del paraíso como creen algunos esperanzados en lo que pueda deparar este reventón. Es cosa de abrir la puerta de calle, aquí en Santiago, recorrer la vasta ciudad, y comprobar cuán enajenante se ha convertido.
El libro, también el informe que le precediera (“Estallido Social Eje Alameda-Providencia” de Atisba y suyo, dic. 2019), recoge este carácter siniestro del estallido a partir del material analizado: huellas y ruinas, la sombra infausta de su todavía latencia. A ello alude el título, el de la Bestia del Dragón de siete cabezas (véase el Apocalipsis de San Juan, 13 al 18). Es que pareciera querer subrayarse algo muy clave, que más allá de que la magnitud de la destrucción sea colosal y la intencionalidad de dañar resulte evidente, prevalece la sensación de impunidad. Es decir, que aun cuando la responsabilidad de la violencia sea atribuible, resulta fútil, intrascendente hacerla valer o cobrarla. Esto porque se la tiene por anónima, se enmascara o diluye (los únicos acusados son “N.N.”), sin poder poner fin a la pesadilla. Esto es lejos lo más perturbador. A no ser que lo descrito por Poduje se parezca al paso devastador que deja una guerra (así se lee) y Piñera, al ser el único que ha hablado de guerra, termine teniendo razón. En este “infierno son los otros” no se puede descartar nada, salvo la esperanza. “Lasciate ogni speranza voi ch’entrate”.