¿Cuál es el momento perfecto para emprender?

Dades

Por Yuval Ben Haym


Al hablar de emprendimiento, es probable que llegue a la mente la imagen de un joven Zuckerberg , comenzando con su brillante idea: Facebook, que posteriormente lo convertiría en uno de los hombres más ricos del mundo.

En el imaginario social existe la idea que para emprender hay que ser un joven entre 18 y 25 años, con toda la vida por delante, de tal manera que, en caso de fallar, pueda volver a empezar sin mayores dificultades y salir adelante. Pero nada mas lejos de la realidad, todas las edades tienen sus pros y sus contras.

En ciertas etapas de la vida, todos han tenido la intención de renunciar al trabajo y encontrar la forma de ser su propio jefe, Y no es un sueño sólo de los jóvenes, sino que también de quienes tienen más experiencia.

Se podría decir que somos parte de una cultura emprendedora, y es que emprender es lo más cercano que existe al trabajo ideal y a la libertad. Sin embargo, ha pasado a ser un concepto que erróneamente se ha segmentado mayoritariamente a la población joven.

Lo importante es derribar ese mito y eliminar el estigma que una persona que ya lleva años trabajando en una empresa no puede emprender, o que quizás se le hará más difícil. ¿Por qué debemos dejar ese sueño únicamente a menores de 30 años?

Se entiende que al tener toda la vida por delante sin muchas otras responsabilidades importantes más allá de sus propios proyectos, el ensayo y error puede no tener tantas consecuencias negativas, pero la realidad es que los millenials no están emprendiendo, es más, el porcentaje de personas menores a 30 años que emprenden ha caído en un 65%.

La razón por la que esto está pasando es porque emprender significa asumir riesgos y desafíos y si bien son los más jóvenes quienes tienen más posibilidades de volver a rehacerse en caso de que el plan no salga de acuerdo con lo esperado, las deudas que dejó la educación universitaria a la generación nacida entre 1981 y 1996 (conocida como Millenials) reduce el impulso de montar un negocio propio. Solo en Estados Unidos la deuda perteneciente a la educación asciende a 1.48 trillones de dólares.

Según un estudio del U.S Small Business Administration, el 60% de los llamados generación milenio se considera un emprendedor, sólo el 2% de los graduados es en realidad su propio jefe.

 

Candidatos Ideales para Emprender

 

Si se tiene una gran idea, hay que perseguirla, no se trata de anular aquí las ganas de emprender pero el ensayo Older Entrepreneurs Do It Better publicado en The Wall Street Journal, postula que la mejor edad para lanzar la idea comienza a los 35 años.

Según este ensayo, Carl Schramann, profesor de la Universidad de Syracuse, demuestra que hay dos grandes ventajas que poseen los adultos cercanos a sus 40 años, emprendedores a mitad de carrera, sobre los jóvenes que los preceden, y los convierte en el calce perfecto para la nueva imagen del emprendedor:

1. Los años de experiencia, ya sea en su profesión, en el mercado o incluso por sus propias capacidades, esto les da a las personas sobre 35 años mayor factibilidad de crear una empresa propia sin las complicaciones que podrían presentarse en los más jóvenes.

2. Esa experiencia se traduce también en mayores posibilidades de autofinanciación, ya sea por lo que han podido a lo largo de su carrera o la estabilidad económica que han alcanzado en este punto de sus vidas, esto hace más fácil que éste rango de adultos sea sujeto de crédito bancario y no tener que recurrir a familiares para financiar la idea.

Dejando de lado la investigación de Carl Schramm, hay más motivos para convencerse de que emprender después de los 35, es una gran idea.

 

La importancia de la tolerancia al fracaso

 

Cuando se tienen veinte años, el fracaso es una posibilidad en la vida, es algo que se sabe que puede pasar y cada uno trata de prepararse lo mejor posible para afrontarlo, sin embargo, no se ha experimentado en su totalidad.

Pasados los 35 años ya el fracaso se ha podido vivenciar, y por grandes que estos fueran se han encontrado las estrategias para sobrepasarlos exitosamente.

No todos los emprendimientos están destinados a fracasar, pero es una posibilidad latente, por esta razón un emprendedor debe, por obligación, saber lidiar con el fracaso de la mejor forma posible, y estos aprendizajes llegan siempre después de los 25 cuando ya una persona se ha enfrentado al mundo real.

 

La red de contactos es vital

 

Una buena red de contactos incrementa las posibilidades de hacer crecer el negocio, y esa red potente se logra con el tiempo y la experiencia, y es en esa red donde están quienes quieran invertir en ese emprendimiento.

Hay decenas de casos de emprendedores famosos que lo hicieron después de la tercera década, aquí una pequeña muestra de ellos, que permitirán convencerte de hacerlo ahora:

 

-Hugo Boss fundó Hugo Boss a los 37

-Doris Fisher fundó Gap a la edad de 36

-Reid Hoffman fundó LinkedIn con 36 años

-Masaru Ibuka fundó Sony a los 38

-Amancio Ortega fundó Zara a los 39

 

Conclusión

 

La verdad es que la edad es solo un número y no determina nada, ella no puede poner límites al momento de perseguir los sueños y lograr lo que apasiona.

El mundo del emprendimiento no se reserva el derecho de admisión a mayores de 20,30, 40, 50, las puertas siempre están abiertas, y de hecho es recomendable entrar en él con experiencia y mundo recorrido.

Emprender significa riesgos y desafíos lo que a su vez implica precaución y madurez.


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