Gallos, carreras y juegos de café del siglo XVIII
Memoria Chilena
Los pasatiempos domingueros evolucionaban con los gustos de la época y la estación del año. Las riñas de gallos tenían muchos partidarios, pero las carreras a la chilena seguían siendo el deporte nacional. Hubo potros de gran prestigio, tanto en velocidad como en el fondo, que, de ambas maneras, se disputaban tales competencias. “El Manco” ganó infinitas y dio mucha plata a su amo; era de poca velocidad en la partida…, algunos lo dejaban atrás cuatro o cinco cuadras; más el nunca decaía, y siempre se iba acercando más y más al contrario, hasta que, en cierto término, que ordinariamente era en derechura de nuestra casa, lo emparejaba y pasaba.
De Castro era y bailar no sepo Las peleas de gallos era el pasatiempo criollo del siglo XVIII
Ricos y pobres se jugaban hasta las pestañas en las carreras, vicio que en vano intentaron sofrenar los mandatarios. Un decreto de Ortiz de Rosas dice en sus fundamentos refiriéndose a estas y a la chueca, “cuya diversión las más veces se reduce a quedar sin ropa hombres y mujeres por las apuestas que hacen y pecados que se cometen con disolución y mal ejemplo”.
Archivo Nacional Carreras a la chilena todavía se llevan a cabo en el sur de Chile
Los toros mantuvieron su apogeo durante todo el periodo hispano, sin bien con menos entusiasmo que en Lima o en México.
Taurologia Corrida de toros en Santiago
Eran aquellas diversiones para los días de fiesta. A diario se jugaba al truco, especie de billar, o a la malilla, en pequeñas mesas esparcidas por el café, alrededor de los cuales se amontonaba un sinfín de mirones, que con sus indiscretos consejos originaban más de una pendencia.
Gran Historia de Chile