Escucha a tus familiares, pero escúchalos de verdad

Las habilidades de comunicación eficaces son más importantes que nunca en nuestra existencia confinada. Es un talento especialmente valioso durante la cuarentena, que ha provocado tensión incluso en las relaciones más sólidas.

Padres conectados

Por Jance Dunn  Jancee Dunn


Una mañana reciente, mi familia estaba reunida en nuestros lugares de siempre en la mesa de la cocina: mi esposo, Tom, y yo frente a nuestras computadoras, mientras nuestra hija, con audífonos puestos, resolvía problemas de matemáticas para su clase remota.

Cuando levanté la vista para hacerle una pregunta a Tom, mi vista quedaba bloqueada por una torre de objetos que él había reunido y parecían estar apilados como piezas de Jenga.

Inhalé profundo y le expliqué, con mi mejor imitación de una persona calmada, que en este nuevo mundo surreal en el que los niños comparten nuestro espacio de trabajo es importante mantener el lugar relativamente libre de desorden.

Cuando terminé de hablar, él no respondió. Sin embargo, justo cuando empezaba a saltar una vena en mi frente, ofreció su propia interpretación de lo que había dicho.

“Te gustaría que me deshiciera de la basura que se acumuló sobre la mesa”, dijo Tom.

“Sí”, respondí, aliviada.

En vez de negar la existencia del desorden, o comenzar una pelea acerca de cómo, ante el panorama general de las cosas, los objetos sobre la mesa no eran importantes, como solía hacerlo, Tom estaba parafraseando, una técnica que consiste en repetir la perspectiva de tu pareja con tus propias palabras (o, según la frase inicial sugerida por la psicóloga neoyorquina Melissa Robinson-Brown: “Lo que te escucho decir es…”). Es una técnica muy sencilla, pero, según mi experiencia con las relaciones, es la que con más probabilidad reducirá la tensión al poco tiempo, creará un poco de buena voluntad y despejará el camino para que se llegue a un consenso.

Parafrasear es uno de los componentes de la escucha activa, una técnica de varios pasos basada en prácticas terapéuticas sencillas y a menudo adjudicada a Carl Rogers, quien acuñó el término en la década de 1950. Requiere que el escucha absorba, entienda verdaderamente y responda con empatía a lo que se está diciendo.

Durante un conflicto, las personas solo quieren que las escuchen, dijo Robinson-Brown. “Y ser escuchado implica que la otra persona valore tus sentimientos e ideas, aunque haya un desacuerdo”, comentó. “Por eso, simplemente escuchar a alguien y después ignorar lo que dijeron, o ni siquiera reconocerlo, puede crear sentimientos de invalidación, enojo o tristeza”.

Escuchar bien significa mucho más que mantener la boca cerrada. Es una habilidad que es especialmente valiosa durante la cuarentena, que ha puesto a prueba incluso las relaciones más sólidas. Los datos recopilados por Legal Templates, una empresa que proporciona documentos legales, encontraron que las ventas de su acuerdo de divorcio fueron un 34 por ciento más altas de marzo a junio, en comparación con el mismo período en 2019.

“Oh, mis consultas se han duplicado”, dijo James Sexton, un abogado de divorcios en Manhattan y Rockland County, Nueva York, y autor de If You’re In My Office, It’s Already Too Late. Sexton dijo que ha visto desde las trincheras que una de las causas fundamentales del divorcio es la mala comunicación. “La comunicación lo es todo”, dijo.

La buena comunicación es crucial no solo en las relaciones personales sino también en las profesionales. La escucha activa es usada no solo por psicoterapeutas sino en profesiones donde una frase mal escuchada puede tener consecuencias nefastas, desde controladores aéreos a médicos.

“Desde los primeros días en la escuela de medicina, nos enseñan que el paciente te dirá el diagnóstico, todo lo que tienes que hacer es escuchar”, dijo Rana Awdish, neumóloga y médico de cuidados críticos del Hospital Henry Ford en Detroit. “La medicina es ese tipo de conocimiento fisiológico definitivo, así que trato de practicar la escucha activa no solo de lo que se dice, sino de lo está siendo dicho”.

Aunque los académicos no se ponen bien de acuerdo, al parecer hay al menos tres componentes de la escucha activa: expresar interés verbal y no verbal en lo que está diciendo la persona, parafrasear y pedirle a la persona que detalle lo dicho.

El confinamiento quizá sea la época perfecta para mejorar tus habilidades como receptor, lo cual posiblemente es más importante para tu relación que dominar el pan de masa madre o aprender a dibujar el retrato de tu mascota. Para la mayoría de nosotros, la escucha activa no es una capacidad intrínseca, pero Tom y yo estamos tratando de hacerlo mejor.

Expresa interés

Comienza permitiendo que tu pareja hable sin interrupciones. Mientras escuchas, haz a un lado los juicios, dijo Christopher Gearhart, profesor adjunto de Estudios de la Comunicación de Texas A&M de la Universidad Estatal de Tarleton, en Stephenville. “Ahora pensamos: ‘Por qué se molesta por eso; es una cosa de nada’, o algo así”, señaló. “El objetivo de la escucha activa es abordar los sentimientos del otro más allá de nuestras percepciones y valoraciones”.

 

 

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