Hace instantes murió «el pelusa» Diego Armando Maradona
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Por Mario Medina
El diario Olé de Argentina declara con tono desgarrador la noticia más triste del balompié mundial. El portal web cita proverbialmente:
Y un día ocurrió. Lo que el mundo del fútbol rezaba para que no sucediera nunca, finalmente ocurrió. Se nos fue Diego. Un paro cardiorrespiratorio le quitó la vida a los 60 años. Estaba en la casa de Tigre en la que se había instalado tras haber sido operado de un hematoma subdural el pasado 4 de noviembre. Y esta vez, a diferencia de aquella, no hubo manera de salvarlo.
Se fue el Diego, el hombre que fue capaz de dividir a toda Italia, el tipo frontal en sus puntos de vista, que se propuso desde los Cebollitas a ganar una Copa del Mundo, el tipo que afrontó jugar en un equipo chico como el Nápoles con todos los riesgos que implicaba y sacarlo campeón humillando a los superpoderosos Milán, Inter y Juventus.
Se fue el tipo que aupaba a sus compañeros, que se peleo con medio mundo convencido de sus creencias, se fue el tipo que para nada le temía a los poderes establecidos, se fue el filosofo, el político, el estadista, se fue el barrilete cósmico que hizo trizas las defensas inglesas.
Se fue aislado de su familia, lejos de la felicidad verdadera, rodeado de extraños, con el cuerpo marcado por las cicatrices de sus batallas con las adicciones. Se nos fue el Diego de Boca, se nos fue el Diego de Nápoles y del Barcelona, se fue a la fria tumba de la cual no hay regreso. Con un nudo en la garganta solo queda susurrar: «Y un día ocurrió».
