¿Cuán peligroso son las olas de calor del verano?

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Para minimizar los daños que las personas pueden sufrir a causa de las altas temperaturas es importante que la ciudadanía entienda la cantidad de peligros que traen consigo las olas de calor que arremeten contra la ciudad de Santiago.

El ser humano dispone de mecanismos naturales para regular el calor corporal, pero cuando las temperaturas suben en exceso las consecuencias pueden ser peligrosas,

El calor puede producir calambres en los músculos del abdomen y de las extremidades debido a la pérdida de sales y electrolitos, mientras que la sensación de agotamiento se debe a la deshidratación corporal, que puede dar lugar a una sed intensa, cefalea, vértigo, cansancio, irritabilidad, hipotensión, taquicardia e hiperventilación.

La manifestación más grave es el golpe de calor, que se produce cuando la temperatura corporal sube por encima de los 40,5 grados, lo que puede causar daños en las estructuras cerebrales y en el sistema de regulación corporal, con riesgo de que se produzca la muerte.

Cuando ocurre en gente joven suele estar asociado al ejercicio físico porque son los adultos sanos y de pocos años quienes no tiene miedo de hacer ejercicio con temperaturas superiores a los valores normales, sin darse cuenta de que también ellos pueden resultar afectados.

El golpe de calor comienza con una reducción o cese de la sudoración, seguida de dolor de cabeza, confusión, taquicardia, piel caliente, inconsciencia y convulsiones.

Los ancianos son los más susceptibles al golpe de calor como se puso de manifiesto en Europa durante el caluroso verano de 2003 en el que fallecieron miles de personas mayores.

En todos los casos en los que se adviertan problemas relacionados con el calor hay que trasladar al afectado a la sombra, mantenerle con la cabeza un poco en alto, refrescarle con compresas de agua fría incluso hielo en la cabeza y darle agua siempre que esté consciente, además de llamar al médico si fuese necesario y no se repusiera.

Recomendaciones

  • Beba agua o líquidos con frecuencia, aunque no sienta sed y con independencia de la actividad física que realice.
  • No abuse de las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, ya que pueden hacer perder más líquido corporal.
  • Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, preste especial atención a bebés y niños pequeños, mayores y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y la deshidratación, como las patologías cardíacas.
  • Permanezca el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrésquese cada vez que lo necesite.
  • Procure reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas (de 12.00 a 17.00).
  • Use ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
  • Nunca deje a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a niños, ancianos o enfermos crónicos).
  • Consulte a su médico ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
  • Mantenga sus medicinas en un lugar fresco; el calor puede alterar su composición y sus efectos.
  • Haga comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.).

Fuente: Grupo OTP

 

 

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