La Secretaría de Turismo de Quintana Roo —el Estado mexicano donde se encuentran destinos como Cancún, Tulum y la Riviera maya— argumentó que las diferencias en los resultados de los test aplicados en ambos países puede deberse a los tiempos de incubación del virus. “Es viable que se dé una prueba negativa o denominada “falso negativo” y que unos días después, esta misma persona refleje el resultado positivo”, se lee en un comunicado.
Desde Argentina, en cambio, los contagios han despertado sospechas sobre una presunta falsificación de las pruebas médicas. “Se están falsificando los PCR, lo cual es gravísimo y pone en riesgo no solo a la persona sino al conjunto de gente que viajó en el avión porque ya no es una persona sino 30 o 40 personas y los aerosoles son mucho mayores”, ha dicho este martes el titular de la cartera sanitaria bonaerense, Daniel Gollán.
A partir de estos casos, el Ministerio de Salud de Argentina ha vuelto a desalentar los viajes no esenciales al extranjero y ha emitido un decreto con nuevas restricciones para bajar las frecuencias de los vuelos internacionales. Además, prevé endurecer los controles a la llegada. En el Cono Sur esperan que estos contagios sirvan como ejemplo.
En México se busca exactamente lo contrario. Con la temporada de Semana Santa en puerta, las autoridades locales han gestionado la noticia como un hecho circunstancial y han achacado los brotes a la falta de cuidado de los visitantes. “No todas las personas que nos visitan permanecen dentro de las instalaciones certificadas y no necesariamente en todo momento se respetan la distancia, el uso de cubrebocas, el lavado frecuente de manos y el uso de alcohol en gel dentro de otros espacios que visitan”, señaló la Secretaría de Turismo de Quintana Roo.
“Esta Semana Santa esperamos recibir más de 665.000 visitantes en los 12 destinos que tiene el Estado”, dijo Marisol Vanegas, titular de Turismo de Quintana Roo, en una entrevista con este diario la semana pasada. A mediados de febrero, a unos días del inicio de las vacaciones de primavera, las autoridades estatales relajaron las restricciones sanitarias contra la pandemia. Vanegas defendió que las medidas son esencialmente las mismas y que ha habido un despliegue en coordinación con las empresas para garantizar que las estancias sean seguras. La funcionaria sostuvo que están preparados para la llegada de viajeros, incluso menor que los 980.000 visitantes que se registraron en las dos últimas de diciembre.
Aunque las playas mexicanas se han disparado en las tendencias de los principales buscadores de vuelos alrededor del mundo, las autoridades esperan que en los próximos días siete de cada 10 turistas en Quintana Roo sean mexicanos. “Para Quintana Roo esperamos que haya un pico de casos de covid-19 después de Semana Santa, aunque desfasado por el tiempo de incubación”, advierte Jorge Baruch Díaz Ramírez, encargado de la Clínica del Viajero de la Universidad Nacional Autónoma de México. El especialista apunta al relajamiento de las medidas y al aumento de la interacción social como detonantes del repunte. “El comportamiento de cada persona incide en la mitad del riesgo, sobre todo en espacios públicos y zonas comunes de contagio”, agrega.
El hijo de Riquelme no se aísla
En Argentina, el hecho de que los estudiantes fuesen de colegios privados exclusivos ha intensificado las críticas y ha reabierto el debate sobre la prohibición de este tipo de viajes no esenciales que incrementan el riesgo de propagar la covid. También ha causado un gran malestar que el hijo del ídolo de Boca Juniors Juan Román Riquelme, Agustín, violase el aislamiento impuesto a quienes regresan a Argentina. Agustín Riquelme también participó en uno de los viajes de egresados a Cancún la semana pasada, pero salió de su casa para asistir al clásico entre su club y River Plate en la Bombonera el pasado domingo. El club se expone a una sanción económica.
El enfoque de México es el opuesto. Pese a la pandemia, México fue el tercer país más visitado del mundo el año pasado, con unos 25 millones de viajeros, según la Organización Mundial de Turismo. Mientras un gran número de países ha optado por el cierre de fronteras y las restricciones de viaje, el país norteamericano ha preferido una política más relajada, pese a registrar cerca de 2,2 millones de contagios y más de 195.000 defunciones, según cifras oficiales. Díaz Ramírez señala que las políticas no son comparables por las diferentes características socioeconómicas de cada país, aunque urge a que el Gobierno mexicano, que tiene en el turismo su tercera fuente de ingresos, tenga una estrategia de comunicación más clara, sobre todo dirigida a viajeros nacionales. “Necesitamos viajeros responsables con su salud y la salud colectiva”, sentencia el especialista.