Si estas desempleado no te dejes vencer por la tristeza

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Por Mario Medina 


Desde su aparición a finales de 2019 el covid 19 ha dejado secuelas gravísimas en todo el tejido social y financiero del mundo. Es que la influencia de esta pandemia ha sido tal, que de manera abrupta ha generado más de una serie de cambios radicales en lo concerniente a la salud y el estilo de vida de las personas. Lastimosamente, muchos de esos cambios giran en torno al empleo y la seguridad económica de las familias.

En febrero de este año la Comisión Económica para America Latina (CEPAL) informó sobre el impacto del covid en los niveles de participación laboral de las mujeres en América Latina. Según el documento, la tasa de participación laboral de las mujeres se situó en 46% en 2020, mientras que la de los hombres en 69% (en 2019 alcanzaron un 52% y un 73,6%, respectivamente). Se calcula, además, que la tasa de desocupación de las mujeres llegó al 12% en 2020, porcentaje que se eleva al 22,2% si se asume la misma tasa de participación laboral de las mujeres de 2019. En 2020, explica el estudio, se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo.

Los datos de la CEPAL reflejan dramáticamente cómo la caída de los niveles de empleo afecta el bolsillo de hombres y mujeres, que se ven restringidos y con pocas posibilidades de vivir dentro de un presupuesto estable. El atenuante de no poder contrarrestar la falta de empleo en el corto plazo golpea la base emocional de la gente. En ese sentido, ¿qué se puede hacer para sobrellevar el impacto de no tener empleo?

«La pérdida de un trabajo es uno de los eventos más estresantes de la vida», dice Jayne Mattson. «Pero la cuota psicológica suele ser ignorada. Cuando pierdes un empleo, sobre todo en esta economía en la que puede ser difícil hallar otro, no es fácil mantener tu bienestar».

Mattson, vicepresidenta en la compañía de asesoría ejecutiva y recolocaciones Keystone Associates, se especializa en ayudar a estas personas a evitar perder los ánimos, y a mantenerlos en el camino hacia encontrar un trabajo. En sus seminarios y sesiones de asesorías sugiere 10 consejos de ayuda.

  1. Mantén los informes de noticias en perspectiva. Un constante flujo de encabezados que hablan del desempleo no ayuda a elevar la moral de ningún buscador de empleo, así que concéntrate en los (sí, pocos) rayos de esperanza en la penumbra. Podría ser útil recodar que, aunque la tasa de desempleo general es de 9.1%, el desempleo entre la gente con un grado universitario es de menos de la mitad(de cerca de 4%). «Las estadísticas agregadas no cuentan la historia completa, así que no dejes que te desanimen«, dice Mattson.
  2. Vuélvete un experto en encontrar trabajo. «Encontrar trabajo es tu nuevo trabajo, así que trátalo de la misma forma que has tratado otros retos profesionales en el pasado. Si alguien te contratara para encontrarte un trabajo, ¿cómo lo harías», dice Mattson.

La tarea podría exigir un pensamiento creativo. «Con frecuencia, los buscadores de empleo se apoyan en publicaciones de vacantes y desperdician mucho esfuerzo solicitando estos puestos, pero entrar al mercado laboral informal funciona mucho mejor. Tu iglesia, tu asociación de exalumnos, incluso la gente que conoces en el gimnasio puede ser una fuente inesperada de opciones increíbles».

  1. Conéctate con la gente que cree en ti. «Mantén una cercanía con la gente que te dirá que está segura de que puedes hacerlo», recomienda Mattson. «Estar sin empleo mucho tiempo es tan duro para tu autoestima que necesitas una dosis regular de apoyo por parte de amigos, ex colegas y ex jefes, así como de tu familia».
  2. Conoce a la gente cara a cara. LinkedIn, Facebook y Twitter son herramientas esenciales en la búsqueda de empleo en esta época, pero los medios sociales en línea no pueden reemplazar conversaciones cara a cara. «Necesitas sentarte con, al menos, tres contactos a la semana, aunque sea para tomar una taza de café«, dice Mattson. «Cuando pláticas con alguien puedes enterarte de cosas que no habrías descubierto de ninguna otra forma».

Salir y conocer gente también te ayudará a evitar que te vuelvas aislado: «el aislamiento es uno de los grandes peligros del desempleo a largo plazo. No sólo contribuye a la depresión, sino que, si estás por tu cuenta, la gente que puede tener alguna oportunidad laboral no recordará que estás ahí».

  1. Pregunta a toda la gente que conoces cómo puedes ayudarla. Es fácil olvidar el hecho de que puedes tener contactos e información que puede ser útil para alguien más, dice Mattson. Aunque no sea así, «tener el hábito de preguntarlo a la gente te recuerda que todo el proceso es recíproco. Al menos la gente apreciará que se lo hayas preguntado, y te recordarán por eso».
  2. Ofrece tus habilidades a una organización sin fines de lucro. Es muy útil encontrar una caridad, organización profesional o grupo comunitario que pueda usar tu ayuda, pues favorece tres cosas, dice Mattson. Primero, ‘dar algo’ te hace sentir bien contigo mismo. En segundo lugar, podrías hacer contactos que te ayudarán a conseguir un nuevo empleo; y tercero, mantendrás tus habilidades actualizadas y te estarás dando un proyecto reciente del cual hablar cuando estés en una entrevista laboral.
  3. Mantén una rutina diaria. «La gente necesita estructura. Mientras más conserves un itinerario diario, más productivo serás», dice Mattson, cuya compañía ofrece oficinas que pueden usar los gestores recolocados durante su búsqueda laboral, y dice, «no es ninguna coincidencia que quienes eligen venir todos los días desde temprano, como si fueran ‘a la oficina’, son quienes encuentran trabajo más rápido».
  4. Haz algo que te guste todos los días. «Tómate una hora al día para hacer algo que disfrutes y te llene de energía, como hacer ejercicio, jardinería, escuchar música o lo que sea que te haga feliz», recomienda Mattson. Hacer que las endorfinas fluyan a un ritmo regular ayuda a combatir la tristeza de la búsqueda de empleo.
  5. No te castigues. «Tengo muchos clientes que me dicen que ya han ido a varias entrevistas y que aún no reciben ninguna oferta, y se preguntan si hay algo malo con ellos, pero en realidad no es así. Una búsqueda laboral larga es una montaña rusa emocional, y es importante saber que vas a tener días buenos y días malos. Los días malos son una parte normal del proceso, pero no son tu culpa».
  6. No olvides tus éxitos. «Sólo tú puedes decirle a los demás lo bueno que eres, pero primero debes creerlo tú», dice Mattson, por lo que recomienda escribir una lista de todo lo que has logrado en tu carrera y en tu vida, y de lo que estás más orgulloso. «Lee esa lista con frecuencia». El punto es concentrarte en el hecho de que «ya has sido exitoso antes y volverás a serlo».

 

 

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