Aprendamos de economía ¿Qué es deflación?

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La deflación es el fenómeno contrario a la Inflación y consiste en la caída generalizada y prolongada (como mínimo, dos semestres según el FMI) del nivel de los precios de bienes y servicios.

Por lo general, la deflación es causada por la disminución de la demanda, lo cual representa un problema mucho mas grave que la inflación, toda vez que una caída de la demanda significa una caída general de la economía.

Con la deflación se crea un círculo vicioso por el que al caer la demanda, las empresas ven reducidos sus beneficios al tener que reducir los precios para conseguir ventas. Como consecuencia de ello, tienen que reducir costes, lo que significa que tienen que recortar empleados. A su vez, si hay gente que se queda en paro, la demanda seguirá disminuyendo ya que estos dejarán de comprar también, y así sucesivamente.

Causas de la deflación

La deflación se produce cuando la oferta de bienes y servicios en una economía es superior a la demanda: las empresas se ven obligadas a reducir los precios para poder vender la producción y no verse obligadas a acumular stocks. Este desajuste entre oferta y demanda puede venir por dos causas: demanda insuficiente o exceso de oferta.

-Demanda insuficiente: Por ejemplo, en la Gran Depresión ocurrida en los Estados Unidos a finales de los años 20, el derrumbe de los mercados bursátiles y el colapso del sistema financiero redujo drásticamente la capacidad de gasto de las familias induciendo una espiral deflacionista: el IPC se redujo un 24% entre agosto de 1929 y marzo de 1933.

– Exceso de oferta: El mejor ejemplo es la coyuntura actual. En los últimos años del fuerte ciclo expansivo de los noventa, las empresas acometieron cuantiosos proyectos de inversión seducidas por la «nueva economía». La no cristalización de estas expectativas dejó al sector productivo (sobre todo en EE.UU.) con un fuerte exceso de capacidad que todavía no ha sido purgado: en Estados Unidos el uso de capacidad estaba (abril de 2003) en el 74%, siete puntos por debajo de la medía 1972-2002. El impacto de este desajuste sobre los precios puede verse acentuado por cambios estructurales en la economía mundial que impliquen un incremento de la productividad o de la competencia entre las empresas, como ocurre en los últimos años con la progresiva desaparición de las barreras al comercio mundial y la liberalización de sectores básicos (telefonía, transporte, energía) en muchos países.

Medidas contra la deflación

Para enfrentar la deflación se puede recurrir a la política monetaria y fiscal.

– Política monetaria: Una de las formas de hacer frente a la deflación es disminuir el valor del dinero, para lo cual se debe colocar más dinero (Moneda) en circulación, complementado con la disminución de la tasa de interés, lo cual incentiva el crédito de consumo y de inversión, reactivando de esta forma la demanda.

Al disminuir la tasa de interés, ya no es rentable tener la plata en las entidades financieras, por lo que la gente preferirá invertirla o gastarla. Esta circunstancia puede ser aprovechada por los inversionistas para expandir sus empresas, algo que por las consecuencias de la deflación es difícil, pero que buscando nuevos mercados se puede llevar a cabo.

-Política fiscal: La política fiscal supone un aumento del gasto público, una reducción de los impuestos y aumento de las transferencias. En el primer caso, se intenta suplir la ausencia de demanda del sector privado con la del sector público, quien a la vez se convierte en un generador importante de empleo, lo cual resulta muy atractivo, puesto que el desempleo es una de las causas directas de la deflación. En el segundo caso, la reducción de impuestos supone más dinero para gastar en manos privadas, y un incentivo al consumo, pero a la vez menor dinero en manos del estado, y si no tiene suficiente dinero, difícilmente podrá impulsar la demanda mediante el consumo publico, por lo que si se inclina por el primer caso también, deberá financiar el incremento del gasto publico con endeudamiento. El incremento de las transferencias, es un intento por descentralizar el consumo público, puesto que las transferencias se realizan a las diferentes entidades descentralizadas domo los departamentos, municipios y distritos.

Aunque en principio, la disminución generalizada de los precios (deflación), puede parecerle positivo a buena parte de los consumidores, este concepto cambiará en el momento en que se empiecen a ver las consecuencias como por ejemplo el cierre de empresas y el despido de trabajadores.

El desempleo es una consecuencia inevitable de la deflación (las empresas deberán trabajar a pérdida y algunas cerrarán), y aunque los precios estén bajos, de poco sirve si no se tiene recursos para adquirirlos, y quienes tengan los recursos, preferirán, como ya se expuso, no gastarlos a la espera de ‘mejores’ precios.

 

Artículo de elEconomista.es 

 

 

 

 

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