¿Cómo será la “nueva normalidad”?
Después del covid 19 los hábitos de consumo serán diferentes
Interempresas
Por Beatriz de Majo ![Beatriz de Majo - Posts | Facebook](https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn%3AANd9GcRXbY1Y16vVCj6UPTtumG-obfBRWsMpfYzJlyOnIYoTtAlKc9YS&usqp=CAU)
Un viejo principio de la investigación sociológica demuestra que si una necesidad se estudia durante un período suficientemente largo de tiempo, la necesidad desaparecerá.
Ello nos lleva a pensar cuánto la “nueva normalidad” que será la resultante de la superación de la pandemia del covid-19 contendrá de las viejas costumbres, necesidades y preferencias de antaño y cuánto nuestros hábitos habrán cambiado luego de estos meses de restricciones y transformaciones. No hay que ser un gran estudioso para percatarse de la manera en que la cuarentena ya ha modificado nuestras vidas. Las inclinaciones y preferencias del colectivo en todos los países han variado en todos los terrenos para generar nuevos hábitos que impactarán la cotidianidad cuando se produzca el ansiado retorno a aquello que nos era familiar.
Las técnicas de mercadeo y de publicidad ya comenzaron a adaptarse de manera ágil a este nuevo estado de cosas. Los estados de ánimo de los individuos, sus miedos, sus fobias, sus apegos han comenzado a jugar un importante rol a ser tomado en cuenta, pero de igual manera será necesario situarse frente a un individuo que se considera a sí mismo más pobre y más reacio a consumir porque a lo largo del encierro ha aprendido a vivir con menos en todos los campos. La racionalidad en el gasto será, pues, un elemento que hay que considerar en el consumo futuro y ello tiene que ver con la percepción individual de los que son “bienes esenciales”, es decir, aquellos en lo que es preciso gastar de manera imperativa.
La salud y lo saludable regresan fortalecidos de este capítulo de la pandemia. Lo superfluo y lo indispensable será parametrizado de manera diferente. ¿Turismo y descanso tendrán una mayor o una menor importancia? ¿Las compras por impulso responderán a estímulos diferentes o tenderán a desaparecer por un largo rato? ¿Los presupuestos familiares contendrán asignaciones mayores para el deporte y ello se hará a costa de menos vacaciones? ¿Los seguros de vida y de salud entrarán en el rango de lo indispensable? ¿La inseguridad y el miedo que son los sentimientos colectivos más prevalentes en la hora actual, inclinarán a los trabajadores a ahorrar más y a gastar menos?
Qué tan grande va a ser la transformación social y económica en cada país es algo imposible de detectar aún, cuando el virus sigue haciendo estragos inmensos en sociedades como la americana y la brasileña y aún nos queda por ver lo que pasará en América Latina o África. Tampoco sabemos si un rebrote nos colocará en una nueva cuarentena o cuándo será que una vacuna terminará con la amenaza del pandemonio que ya conocimos. La aprensión, la inseguridad y la vulnerabilidad van a ser, por un tiempo, los estados de ánimo más presentes, aunque se experimenten de manera distinta en cada grupo etario de cada país.
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