No sé escuchar

Cortesía

El otro problema que enfrentamos muchos de nosotros es no saber escuchar. No es lo mismo oír que escuchar. Según la Real Academia Española el término oír se define como el acto percibir los sonidos. La misma academia define la palabra escuchar como la acción de prestar atención a lo que se oye

Para Celine Fournier  “el acto de escuchar se somete a un objetivo específico, porque no es lo mismo escuchar por simple entretenimiento que hacerlo en una conferencia». Según la comunicóloga, se escucha de acuerdo a un objetivo propuesto, hay una intención determinada. En la cotidianidad «se escucha para relajarse o entretenerse, por ejemplo, cuando escuchas música. Puede darse el caso que se escucha para obtener información, como una clase de historia. Pero en ocasiones escuchamos para hacer una evaluación, por ejemplo, cuando se trata de un discurso. Finalmente escuchamos para proporcionar ayuda, es el caso de la empatía, en la cual el grado de comprensión debe ser óptimo».

El mayor problema surge porque estamos tan inmersos en lo que decimos y no prestamos atención a lo que escuchamos (solo oímos sonidos). La citada autora afirma que» la comunicación efectiva se va a efectuar solo cuando nos pongamos en el lugar de la otra persona».

El proceso de escuchar consiste en una serie de pasos como son: la atención, la concentración, la comprensión, la memoria, la evaluación y la respuesta.

En el ámbito familiar las buenas familias se escuchan con atención, adicionándole al proceso comunicativo valores y principios que resultarán en la reciprocidad y el pleno entendimiento. Un hermoso canto infantil de Nomina W. Randall (1996:196) resalta la responsabilidad que tienen los padres de escuchar (no oír) las peticiones de sus hijos:

Soy un hijo de Dios; Él me envió aquí.

Me ha dado un hogar y padres buenos para mí.

Guíenme, enséñenme la senda a seguir.

Para que algún día yo con Él pueda vivir.

 

Si no ha tenido tiempo de escuchar a sus hijos, es hora de cambiar. Si quiere ganar el derecho a ser escuchado, entonces aprenda a escuchar.

“Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar”.

 

Marie de Ruburin, Marquesa de Sévigné. Escritora Francesa.

 

 

 

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