Castrochavismo, persecución judicializada y asesinato de reputación en la Corte Suprema de Colombia
BBC.com
Por Carlos Sánchez Berzaín
El socialismo del siglo XXI o castrochavismo ha demostrado que una parte fundamental de su metodología es la judicialización de la persecución política. Procesos judiciales para amedrentar, neutralizar, asesinar la reputación, apresar, condenar y tratar de eliminar a quienes consideran su enemigos, es práctica común y repetida en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, el Ecuador de Correa. La información indica que esta despreciable pero efectiva acción se aplica ahora contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez en la Corte Suprema de Colombia.
El castrochavismo ha hecho múltiples intentos de controlar Colombia y tiene gran penetración política y criminal. Las FARC y el ELN son sus organizaciones operativas en crimen, terrorismo, narcotráfico, guerrilla y desestabilización. Las FARC desde su fundación han sido un brazo de la dictadura castrista de Cuba, se han sostenido con la logística y el apoyo internacional de Cuba y Venezuela en el siglo XXI, fundamentales en la construcción de Venezuela como “narcoestado eje del castrochavismo” y con la maniobra Castro/Santos tienen hoy la doble cara de partido político y grupo criminal.
El presidente Álvaro Uribe Vélez ha tenido el rol mas destacado en la denuncia abierta y la lucha efectiva contra el castrochavismo y sus operaciones de narcotráfico, guerrilla, terrorismo e intervención. No solo ha defendido a Colombia, defendió a las Américas. Ha asestado duros golpes como el bombardeo en Angostura, cuando Rafael Correa había convertido a Ecuador en narcoestado parte del sistema liderado por Castro y Chávez.
Este modo criminal del castrochavismo está probado: en Cuba desde el encarcelamiento de Armando Valladares por más de 22 años hasta la reciente condena de Ariel Alonso Pérez, el juicio a José Daniel Ferrer y miles más; en Venezuela, los enjuiciamientos y condenas como la de Leopoldo López, el caso del capitán Rafael Acosta, decenas de militares y cientos más; en Bolivia la persecución contra el presidente Sánchez de Lozada y su gobierno, los fraguados “casos de terrorismo” contra líderes cívicos, el encarcelamiento y prisión del gobernador Fernández de Pando y cientos más; en Nicaragua el enjuiciamiento y prisión de dirigentes, periodistas, estudiantes, líderes y decenas más; en Ecuador de Correa casos como el de Fernando Balda, de “los diez de Luluncoto”, la condena contra Francisco Daniel Endara, la prisión preventiva contra los indígenas en el caso conocido como “los 29 de Saraguro”, el caso de los estudiantes del Colegio Central Técnico y más.
Ahora aplican el método castrochavista a Álvaro Uribe Vélez con la Corte Suprema de Colombia que ordenó su detención preventiva, cuando en el caso de alias Jesús Santrich dieron libertad a ese líder de las FARC con prueba plena de trafico de 10 toneladas de cocaína, con solicitud de extradición en curso y permitieron su fuga.
