El Liderazgo Fariseo

Inspiración para liderar


Como recordaran el señor Jesucristo al final de su ministerio terrenal, pronunció un discurso encendido en contra de un grupo que le hacía oposición, llamado la secta de los fariseos. Los fariseos eran una entidad política-religiosa que tenía una gran influencia sobre el pueblo de Israel. A diferencia de los saduceos (que pertenecían a la aristocracia), los fariseos eran un grupo más numeroso, aunado a eso gozaban de mayor popularidad entre el pueblo. En la práctica los fariseos manifestaban una “piedad   fingida”, y tal como su nombre lo indica, pues el termino fariseo significa “separatista”, eran excluyentes y fanáticos.

En el referido discurso (quizás uno de sus últimos discursos públicos) el Señor los tildo de hipócritas en varias oportunidades. Para que tengan una idea de la gravedad de la acusación, en el mismo discurso los llamó hipócritas siete veces. Los comparó a “sepulcros blanqueados que por fuera a la verdad se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de inmundicia (Mateo 23:27. Santa Reina de Valera). Según el diccionario la palabra hipócrita significa literalmente “actor”, alguien que engaña con su actuación.

La censura del Cristo indignado a estos malévolos engañadores incluye varios aspectos que todo líder debe tomar en cuenta. Talmage (1964: 291) un reconocido erudito del Nuevo Testamento expone las fisuras del Liderazgo Fariseo:

  • El liderazgo hipócrita transmite un ejemplo pernicioso. Con su conducta los fariseos causaban un daño moral al pueblo. Decir una cosa y hacer otra es una contradicción que no se puede ocultar.
  • El líder hipócrita siempre halla pretextos para no cumplir la ley que él intenta imponer. Se paga y se da el vuelto.
  • Exagera su hipocresía al máximo. Piensa que todo el mundo es tonto.
  • El líder hipócrita aspira a los honores y títulos del mundo. Se regocija en la adulación. Es vanidoso.
  • Desea el liderazgo no para servir a su prójimo, sino para ser servido.
  • El líder hipócrita es un obstáculo para todos aquellos que desean progresar. Son fanáticos extremistas.
  • Su Dios es la avaricia.
  • El liderazgo hipócrita es un sistema corrupto.

La lección o idea principal que se puede sacar de este breve análisis es que la influencia farisaica está más vigente que nunca, y se puede observar en todos los espacios y sectores del país y el mundo. El liderazgo fariseo hipócrita es un cáncer terminal que ha deteriorado la confianza en todos los niveles de la sociedad. En sus diversas manifestaciones modernas, como el populismo y la demagogia, ha erosionado la moral y las buenas costumbres.

 

Extracto del libro «El deseo más intenso: La Comunicación» (2019).

 

 

 

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