El talentoso señor Jadue

El Universal Chile

Por Luis Larraín  Luis Larraín


El alcalde Daniel Jadue crea temores en la derecha; mal que mal el Partido Comunista tiene el candidato presidencial más fuerte de la oposición. Pero causa también inquietud en la izquierda. A pocos días del cumplimiento del plazo para inscribir candidatos para las primarias municipales aún no hay acuerdo entre los partidos de oposición acerca de los pactos con que enfrentarán ese acto eleccionario. Ese acuerdo es fundamental, porque marca las alianzas para el largo itinerario de elecciones que se vienen en los próximos dos años.

La DC le propone a los de Convergencia Progresista (PS-PPD-PR) un pacto solo con los que están disponibles, pero Álvaro Elizalde se opone a eso y quiere un pacto con toda la oposición. El Frente Amplio insiste en el camino propio, pero no parece tener una figura emblemática que sea símbolo en la elección municipal y eso hace que algunos de sus integrantes miren al lado a Daniel Jadue. El Partido Comunista se sienta a esperar.

No deja de tener razón. No ha pasado un año desde los acuerdos del 15 de noviembre, a los que ni siquiera concurrió, y ya hace rato que marca la pauta en la política chilena. Daniel Jadue les ha caído del cielo (Dios me perdone) y es su instrumento principal para romper el techo que tiene el PC en la política chilena a contar de 1990. Ese techo es del 5% de los votos y cuando mucho puede llegar al 7 u 8 %. Insistiendo con Jadue como candidato presidencial podría romperlo con holgura, según anticipan las encuestas.

El temor de la izquierda no comunista es que Jadue pueda perder en una segunda vuelta contra un candidato moderado de la derecha y empiezan a aparecer entonces algunos viejos tercios de la política chilena que se ofrecen graciosamente como candidatos; entre los cuales no se visualiza ninguno con verdaderas opciones de ser elegido. La izquierda empieza a pagar el costo de haber seguido las aguas del PC y el Frente Amplio, bailando la música que ellos tocan desde hace rato.

Pero eso al Partido Comunista no le importa, le tiene sin cuidado en verdad. Enfrentar las próximas contiendas electorales con el favorito de la izquierda para la próxima elección presidencial como figura simbólica es más importante. Ya ha demostrado que puede conducir las riendas de la política desde la oposición. La votación de alcaldes y parlamentarios comunistas debiera romper con creces el techo del 5% si las cosas siguen como están. Elizalde tampoco parece muy preocupado, pues su apuesta de mediano plazo es la alianza con la izquierda dura del PC y el Frente Amplio.

El Partido Comunista cuenta con una segunda herramienta para jugar este partido. Maneja el joystick de la violencia. La buena performance de Jadue en las encuestas y el próximo plebiscito parecen buenas razones para no activarla ahora. Pero mañana puede ser distinto: eso ya lo sabemos.

 

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